En la columna previa argumenté por qué una empresa que no desarrolle la Inteligencia Artificial de su propio negocio se condena a desaparecer. Es lo que hizo Mckinsey para aprovechar su principal tesoro: su conocimiento. Y expliqué también que la IA necesita materia prima para poder cumplir con la promesa que lanza. La IA no hace magia, sino que te…
